La Universidad de Temple (Filadelfia – EEUU) ha descubierto que el consumo del aceite de canola o colza es perjudicial para la salud cerebral. Según el estudio, este producto de extendido uso dificulta el aprendizaje, inhibe la memoria y por tanto, empeora los síntomas propios de demencia. Incluso puede provocar alzhéimer.
Los investigadores analizaron dos grupos de ratones que habían sido modificados para desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Cada grupo recibía una alimentación diferente, de modo que un grupo seguía una dieta estándar, mientras que al otro se le administraba una cantidad de aceite de canola equivalente a dos cucharadas por día.
Cuando los animales alcanzaron la edad de un año completo, se sometieron a evaluación del peso corporal. Los primeros resultados mostraban que los ratones que consumían aceite de canola pesaban más que el resto.
Más tarde, se realizó otro análisis, pero esta vez sobre la influencia en el comportamiento de los ratones. Este se centraba en tres áreas diferentes: memoria a corto plazo, memoria de trabajo y la capacidad de aprendizaje de los roedores. Descubrieron que los ratones que consumían aceite de canola tenían un rendimiento muy pobre en todas estas áreas.
Una vez realizadas estas pruebas, estudiaron la corteza cerebral de los roedores para determinar el efecto de la suplementación con aceite de canola sobre la amiloidosis cerebral.
Los ratones tratados con aceite de canola tuvieron una reducción significativa de los niveles de Aβ 1-40. Esta proteína es la que ofrece protección sobre la Aβ 42/40 o beta-amiloide 42, que es la que daña nuestro cerebro y provoca la enfermedad de Alzhéimer. Este descenso de proteínas protectoras había provocado en los ratones un notable daño neuronal, disminución de los contactos neuronales y deterioro de la memoria.
Ahora los científicos planean determinar si el consumo de este aceite afecta en el curso de otras enfermedades. Según uno de los autores principales, «existe la posibilidad de que el consumo de aceite de canola también pueda afectar el inicio y el curso de otras enfermedades neurodegenerativas u otras formas de demencia»
Un producto barato que sale muy caro
La venta del aceite de canola ha aumentado considerablemente en los últimos años debido a su popular precio. A nivel mundial, estamos hablando del tercer aceite vegetal más vendido después del aceite de palma y de soja. En los Estados Unidos es uno de los aceites más utilizados para el consumo humano.
Su composición está formada por la semilla de colza genéticamente modificada. Este aceite ha sido considerado como una opción más saludable para cocinar porque es bajo en grasas saturadas. Además, se ha demostrado que reduce el colesterol en comparación con las dietas con mayor contenido de grasas saturadas. No obstante, este estudio demuestra que no es tan sano como se ha promovido.
Los investigadores apuntan que se necesitan más estudios para profundizar en los efectos biológicos de este aceite, puesto que los datos obtenidos no son suficientes como para iniciar una campaña de reemplazamiento de este producto. Aseguran que el proceso de sustitución del aceite de canola por el de oliva, el más saludable, sería muy complicado, sobre todo, en zonas no mediterráneas.
Nota originalmente publicada por Muy Interesante aquí.