Según la tradición popular, en el Día de Muertos los difuntos regresan del más allá para degustar la comida que en vida les apetecía.
México es conocido por amplia gastronomía, sobre todo por los platillos típicos que tiene y aquellos que se cocinan durante festejos particulares. El Día de Muertos no se queda atrás. A pesar de que en las ofrendas en el altar de muertos pueden acompañarse con casi cualquier platillo que fuera del gusto de los difuntos, existen varias comidas que se han vuelto representativas y que se hacen especialmente para esta fecha.
Pan de muerto
La señal más importante de que se acerca el Día de Muertos es el inicio de las ventas de pan de muerto, un producto que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) explicó que su origen es colonial, aunque tiene raíces prehispánicas.
La versión más conocida es redonda y simboliza el ciclo de la vida y la muerte. La bolita al centro es un cráneo y las cuatro canelas representan los huesos de las cuatro extremidades y las lágrimas que lamentan a los difuntos. También hacen referencia a los cuatro puntos cardinales que se atribuyen a los dioses Quetzalcóatl, Tláloc, Xipe Tútec y Tezcatlipoc.
Dulce de Calabaza
También conocido como Calabaza en Tacha, este postre de fruta caramelizada es uno de los platillos más comunes y tradicionales para poner en la ofrenda. Su preparación consiste en cocer la calabaza con ingredientes como el piloncillo y la canela para hacer una miel que acompaña a los trozos de dulce.
Dulce de Tejocote
Esta fruta de origen mexicano es muy utilizada para cocinar en la última época del año, también por ser la temporada en la que mejor de da. Se cocina en agua con azúcar y canela y se deja hervir hasta que la fruta quede suave y los demás ingredientes generen una miel. Su nombre viene del náhuatl texocotl.
Mole
Aunque es un platillo originario de Puebla que se realiza en casi cualquier época del año, se volvió una parte fundamental de los elementos culinarios que se encuentran en las ofrendas. La preparación de chiles y chocolates es un ícono de la cocina mexicana que puede ser cocinado de distintas formas y es del gusto de muchos que han fallecido y de los que siguen vivos.
Tamales
El tamal es una de las comidas mexicanas que puede encontrarse en cualquier esquina, en cualquier época del año. La gran diversidad de guisados y dulces de los que están rellenos hacen que a muy pocas personas no les puedan gustar. Históricamente es una de las comidas tanto prehispánicas como coloniales que eran colocadas en honor a los muertos.
Calaveritas de azúcar
También son conocidas como dulces de alfeñique, llamado así por la preparación de azúcar glass, agua caliente, limón y grenetina que para Día de Muertos se modela en forma de calaveras o ataúdes, Estos son utilizados para adornar artesanalmente todas las ofrendas de ese día.
Fruta
La fruta sin cocinar se pone en la ofrenda por la gran cantidad de nutrientes que puede brindar a los viajeros que llegan el 2 de noviembre, sin embargo, no se pone cualquier fruta. Se ocupan principalmente productos de temporada como la caña de azúcar, los tejocotes, la naranja, la jícama y la manzana que sirven también para adornar el altar con sus olores y sabores.
Atole o chocolate caliente
De la misma forma que los tamales, el atole viene del maíz y representa una parte importante de la cultura culinaria en México, por ser un símbolo de la cultura del país. Esta bebida se encuentra también en las ofrendas. La mayoría de la gente lo disfruta en vida y se espera que cuando regresen a ver a sus seres queridos también lo puedan disfrutar.
Por otro lado, el chocolate caliente también tiene raíces prehispánicas pues viene de cacao. La bebida preparada con este producto era un lujo de las sociedades precolombinas.
Bebidas
Dependiendo de los gustos de la persona fallecida se colocan distintos tipos de bebidas tanto alcohólicas como sin alcohol. Algunas personas colocan pulque, aguardiente, tequila o la bebida que soliera tomar la persona. En muchas ofrendas se coloca agua, leche y hasta Coca Cola.
Dulces típicos
En las ofrendas es común encontrar distintos dulces típicos que van desde figuras de amaranto, alegría, palanquetas o fruta cristalizada que puede ser piña, camote, biznaga, papaya, nopal, chile poblano, chayote, pepinos entre otras.